viernes, 28 de mayo de 2010

¿QUÉ EXISTIÓ ENTRE MADONNA Y MICHAEL JACKSON? DETALLES QUIZÁ DESCONOCIDOS

Por: ♥Anaitat♥

MADONNA

En una entrevista a Rolling Stone (2009), Madonna se dijo:

MJ y tú nacísteis en el mismo mes, Agosto de 1958. ¿Cómo fue ser testigo visual de un niño de tu edad que hacía todo lo que él hacía?

- Yo estaba locamente enamorada de él. Tenía un talento descomunal y los temas que cantaba no eran en absoluto infantiles.

¿Cuándo le conociste por primera vez?
- A principios de los 80 cuando empecé a trabajar con Freddy DeMann. Le vi en el Madison Square Garden y fue impresionante, fue perfecto. Hubo una fiesta en el Helmsley Palace Hotel, él estuvo muy tímido, pero para mí fue muy emocionante.

¿Le tenías celos?
- Envidia sana. Ojalá hubiese yo escrito "Billie Jean" y "Wanna Be Startin' Somethin'". ¿Qué canción no me gusta?.
**************















Por otra parte:

Tres meses después de su repentino fallecimiento, el Rey del Pop sigue siendo noticia. En unas conversaciones grabadas del propio Jackson con un amigo, el artista declaraba estar convencido de que Madonna estaba "locamente enamorada de él", pero que ella no le parecía "nada sexy".

El intérprete de Billie Jean y la ambición rubia se hicieron buenos amigos a principios de los 90, siendo cada vez más continuas las citas entre ambos. Sin embargo, el propio Michael explica en las declaraciones grabadas que nunca se sintió atraído por Madonna

«Creo que estaba sinceramente muy enamorada de mí, pero yo no lo estaba de ella. Hizo muchas cosas completamente absurdas. Siempre supe que no teníamos nada en común» dijo. Sin embargo, Jackson tenía muy claro quién encarnaba a su mujer ideal: La Princesa Diana. "Era muy especial, muy femenina y con mucha clase. Era mi tipo de mujer, sin duda alguna, más aún teniendo en cuenta que la mayoría de las chicas no me gustan. Sólo hay unas pocas que entran dentro de mi molde. Para hacerme feliz busco un molde muy concreto y ella entraba perfectamente dentro de él".

Discurso por la muerte de Michael por parte de Madonna en los VMA

“Michael Jackson nació en agosto de 1958. Yo también. Michael Jackson se crió en los suburbios de la región Centro Oeste. Yo también. Michael Jackson tenía ocho hermanos y hermanas. Yo también. Cuando Michael Jackson tenía 6 se convirtió en una superestrella y fue tal vez el niño más querido del mundo. Cuando yo tenía 6 años mi madre murió. Creo que llegó el extremo más corto de la vara.

“Nunca tuve una madre, pero él nunca tuvo una infancia. Y cuando uno nunca llega a tener algo, se obsesiona con aquello que no tiene. Pasé mi infancia en busca de figuras maternas, a veces tuve éxito. Pero, ¿cómo volver a crear la infancia, cuando usted está bajo la lupa del mundo para toda su vida?

“No hay duda de que Michael Jackson fue uno de los mayores talentos que el mundo haya conocido jamás. … Que cuando cantó una canción a la corta edad de 8 el les pudo hacer sentir que un adulto le apretaba el corazón con sus palabras. … que la forma en que se me movía lo trasladaba a la elegancia de Fred Astaire y llenaron el golpe de Muhammad Ali. … que su música tenía una capa extra de inexplicable magia que no sólo dan ganas de bailar, pero de hecho hacia creer que podías volar, te atrevías a soñar, a ser cualquier cosa que quisieras ser. Porque eso es lo que hacen los héroes. Y Michael Jackson era un héroe.

“Actuó en los estadios de fútbol de todo el mundo, vendió cientos de millones de discos, cenó con los primeros ministros y presidentes. Chicas se enamoraron de él, chicos se enamoraron de él, todo el mundo quería bailar como él, parecía de otro mundo, pero también era un ser humano. Como la mayoría de los artistas intérpretes o ejecutantes, era tímido y plagado de inseguridades.

“No puedo decir amigos que éramos grandes amigos, pero en 1991 decidí que quería conocerlo mejor. Le pregunté para ir a cenar: Me dijo: “Mi trato, yo conduzco, solo tú y yo”. Estuvo de acuerdo y se presento en mi casa sin guardaespaldas. Fuimos a un restaurante en el coche. Era oscuro, pero aún estaba con sus gafas de sol. Yo le dije, ‘Michael, me siento como si estuviera hablando con una limusina, ¿Crees que podrías quitarte las gafas para poder ver tus ojos? Se detuvo un momento y luego lanzó las gafas por la ventana, me miró con un guiño y una sonrisa me dijo: “¿Puedes verme ahora, así está mejor?

“En ese momento, pude ver tanto su vulnerabilidad como su encanto. El resto de la cena, yo estaba empeñado en conseguir que comiera papas a la francesa, bebiera vino, el postre y dijera algunas malas palabras, las cosas que no veríamos que se permitiría hacer. Más tarde, volvimos a mi casa a ver una película y nos sentamos en el sofá como dos niños, y en algún lugar en medio de la película, se coló su mano sobre la mía lugar. Se sentía como que estaba buscando un amigo más que un romance y yo estaba feliz de complacerlo. Y en ese momento no se sentía como una superestrella, se sentía como un ser humano. Salimos unas cuantas veces juntos y luego por una razón u otra perdimos el contacto. Luego, la caza de brujas empezó y parecía que una historia negativa después de la otra salía de Michael. Sentí su dolor. Yo sé lo que es caminar por la calle y sentir que el mundo entero se ha vuelto contra ti. Yo sé lo que es sentirse impotente e incapaz de defenderse a sí mismo porque el rugido de la turba violenta es tan fuerte que te convences de que tu voz nunca será escuchada.

“Pero yo tuve una infancia, y me permitía cometer errores y encontrar mi propio camino en el mundo sin el resplandor de los reflectores. Cuando me enteré de que Michael se había muerto yo estaba en Londres, a pocos días de la apertura de mi tour. Michael se iba a presentar en el mismo lugar, una semana después. Todo lo que podía pensar era en ese momento que lo había abandonado. Que lo habíamos abandonado. Que nos ha permitido a esta magnífica criatura que una vez puesto el mundo en el fuego de alguna manera a deslizarse a través de las grietas. Mientras estaba tratando de construir una familia y reconstruir su carrera, todos estábamos ocupados juzgando. La mayoría de nosotros había vuelto la espalda a él.

“En un desesperado intento de aferrarme a su memoria, fui a la Internet para ver clips de viejos de él bailando y cantando en la televisión y el escenario y pensé: ‘Dios mío, era tan único, tan original, tan raro. Y hay nunca habrá nadie como él de nuevo. “Era un rey. Pero también era un ser humano y por desgracia, todos somos seres humanos y, a veces tenemos que perder las cosas antes de que realmente podemos apreciarlos.

Quiero terminar esto en un tono positivo y decir que mis hijos, de 9 y 4 años de edad, están obsesionados con Michael Jackson. Hay un montón de apropiación de la entrepierna y caminata lunar en mi casa, y parece que toda una nueva generación de niños ha descubierto su genio y le traen a la vida. Espero que donde quiere que este Michael ahora, él este sonriendo acerca de esto.

“Sí, sí, Michael Jackson fue un ser humano, pero maldita sea, fue un rey. ¡Viva el rey!”

Un dato freak: "La Isla Bonita" fue escrita por Patrick Leonard y Bruce Gaitsch, y pensada originalmente para el álbum de Michael Jackson, Bad. Según Gaitsch, fue rechazada por el cantante. Al estar trabajando con Leonard en el álbum True Blue, Madonna lo aceptó en lugar de Jackson, y modificó parte de la letra original de la canción, por lo que ella figuraría como co-escritora

¿Cómo fue la relación del fallecido Rey del Pop con la Reina del Pop, en qué momentos los pudimos encontrar juntos, qué detalles de relación e interacción mutuos tenemos en ellos?

El post está para que comentemos de su vínculo, historia, el cómo se llevaban, detalles artísticos, quien quiera aportar si lo hace con respeto a ambos, super bien. No queremos comparaciones negativas (no un "versus", sino un "más")

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La verdadera relación de Michael Jackson y Madonna , los monarcas del pop

Nacieron con 13 días de diferencia, compartieron manager y fueron juntos a los Oscar de 1991. La diva confesó que no ha parado de llorar por su muerte y el sábado lo homenajeó.

Claudio Vergara

No podía ser de otra forma. Como la hermana menor que quiere replicar las formas del primogénito, el primer zarpazo comercial de Madonna tuvo directa relación con Michael Jackson. En marzo de 1983, cuando ella apenas era una aprendiz y él ya se graduaba de figura planetaria, la cantante conoció a Freddy DeMann, en ese entonces manager de Jackson y uno de los arquitectos de sus primeros años de gloria. Hubo química y Madonna olfateó que el hombre que hizo grande a su coterráneo podía hacer lo mismo por ella: sellaron la alianza, DeMann la convirtió en la mayor artista femenina de las últimas décadas y sólo se separaron en 1997. Aunque durante una temporada condujo las carreras de ambos, el ejecutivo prefirió concentrarse en la chica material y abandonó a Jacko al poco tiempo.

Por eso, y por una estrategia de dominio planetario que tomó como referente, Madonna siente que un trozo de su carrera se lo debe a Jackson. No por nada cuando se confirmó la muerte del artista, la intérprete no tardó en enviar un comunicado donde recalcaba que no podía dejar de llorar. Y el sábado 4 le dedicó su show en el 02 Arena de Londres, el mismo lugar donde pretendía retornar el rey del pop.

Una similitud tardía para una historia que esconde aún más paralelos: ambos nacieron con apenas 13 de días de diferencia (en 1958, el 16 de agosto ella y el 29 él), y en 1983 también compartieron al mismo mentor de sus videoclips, el director Steve Barron, quien terminó los registros de "Billie Jean", de Jackson, y "Burning up", de Madonna, con un par de semanas de diferencia.

En 1991, cuando cada uno disfrutaba de su propio reinado, vino otro golpe de efecto: aprovechando que ella debía cantar el tema central de "Dick Tracy" para los premios Oscar, a DeMann no le costó nada tomar el teléfono y proponerle a Jackson que fuera como invitado de su protegida. Aunque nunca fueron amigos, el cantante aceptó.

Según el libro "Madonna: an intimate biography", la intérprete incluso estaba dispuesta a enfrentar el estallido de rumores que surgirían y lanzó una broma: "Él me va a enseñar a ganar dinero, y yo le enseñaré a gastarlo". Una semana antes de la ceremonia, y con Madonna al volante, fueron a comer a un restaurante de Beverly Hills. Al evento la pareja llegó vestida en su estilo y paseándose por la alfombra roja. Lo que más intrigaba a la prensa era cómo Madonna había logrado empujar a Jackson a un evento atestado de cámaras.

Muchos reportes dicen que el hombre de "Thriller" nunca lo pasó muy bien en la cita y que, por esos años, Madonna tampoco guardaba la mejor opinión de él. Aunque por esos mismos días se difundieron una serie de proyectos en conjunto -como que la cantante protagonizaría el video de "In the closet"-, la alianza nunca llegó a nada. En 1994 Los Angeles Times le preguntó por su relación con Jackson, y también con Prince: "No puedo decir que alguno de ellos fuese amigo mío. He pasado mucho tiempo con los dos. Son muy distintos, pero sentía lo mismo con ambos. Me sentía como una campesina. Cuando tengo hambre, como. Cuando tengo sed, bebo. Cuando tengo necesidad de decir algo, lo digo. En cambio, ellos tienen modales y son muy cuidadosos con lo que comen y lo que dicen. Pero nunca es demasiado tarde para empezar a actuar como un ser humano".

Larga vida al rey!?

Un conciso pero significativo homenaje le dedicó Madonna al fallecido rey del pop durante su recital del sábado pasado en el O2 Arena de Londres, el mismo lugar que albergaría el regreso de Jackson a los escenarios a partir del próximo lunes 13. "Para uno de los artistas más grandes que ha conocido el mundo ¡Larga vida al rey!", gritó la diva ante las más de 17 mil personas que ovacionaron a un imitador de "Jacko", quien salió a escena bailando al ritmo de sus éxitos "Billie Jean" y "Wanna be starting something", mientras las pantallas proyectaban diversas imágenes de su vida.

Funeral

Casi dos millones de personas esperaban ayer el resultado del sorteo de entradas para asistir al funeral de Jackson, que será transmitido mañana por canales como CNN en español, entre otros.

Y más sobre la relación de ambos. Extraído del libro "Madonna: An Intimate Biography" por J. Randy Taraborrelli.

Traducción: Jordi Vidal

Ediciones B, S.A., 2002

El 25 de marzo de 1991, Madonna tenía previsto interpretar "Sooner Or Later", la canción escrita por Stephen Sondheim para Dick Tracy y nominada al Oscar, en la ceremonia de entrega de los premios de la Academia. Sin embargo, se enfrentaba a un dilema: ¿quién la acompañaría al acto? ¿Quién causaría más sensación entre los medios de comunicación? Para Madonna, cuando se trataba de aparecer en público con una pareja, la elección se basaba siempre en el "sensacionalismo", no en el hecho de pasar un buen rato con alguien. De todos modos, no tenía a nadie en su vida. Se encontraba en una etapa entre hombres y, después de la discreta pero intensa relación con Tony Ward, su grado de exigencia había aumentado.

- ¿Cuál es la última persona del planeta con quien esperan verme? -preguntó a su representante, Freddy DeMann.

- ¿Prince? -insinuó él.

- No -respondió ella-. Ahora le detesto.

- ¿Qué tal Warren?

- No -dijo otra vez-. También le odio.

- ¿Tony Ward?

Tampoco.

- ¿Qué tal Michael Jackson? -exclamó Madonna entonces-.

¡Oh, Dios mío, qué gran idea! ¿No te gusta?

Freddy DeMann estuvo de acuerdo en que semejante emparejamiento resultaría "sorprendente", sobre todo porque Jackson acababa de firmar el contrato discográfico más importante de la historía con CBS Records, por un importante potencial de 1.000 millones de dólares.

- Quizás él pueda enseñarme cómo ganar dinero -bromeó Madonna-. Y quizás yo pueda enseñarle cómo gastarlo.



Puesto que antaño había representado a Jackson, DeMann sólo necesitó hacer unas cuantas llamadas para concertar una "cita" entre su antiguo cliente y su clienta actual, dos de los ídolos de la música pop más brillante y controvertida de América. Quedaron para cenar en el restaurante Ivy, en Beverly Hills, una semana antes de la entrega de los Oscar. Pero, la noche de la cita, Madonna estuvo a punto de olvidarse. Tenía un mal día. Freddy le había mandado a casa, como regalo, una talla de un metro de altura que representaba... a Madonna. "¿Por qué habría hecho esto? -se preguntó Madonna, rascándose la cabeza-. Da grima. Miradla", dijo a los amigos que estaban con ella cuando llegó el paquete. La estatua, tallada en madera de teca y muy parecida a Madonna, sonriendo afectadamente, se encontraba en el suelo. "Tengo miedo de que, cuando vaya a acostarme, me ataque con un cuchillo", comentó, y no lo decía en broma. Resolvió devolver la talla a su representante.

Una hora antes de recoger a Michael (él dijo que conduciría pero, según Jackson, ella repuso: "¿Estás loco? ¡Yo conduciré!"), Madonna todavía llevaba puesta su bata de seda rosa, tomaba un tentempié y veía un reportaje sobre ella en un programa sensacionalista de televisión. Según una amiga que se encontraba a su lado en ese momento, mientras veía el espacio dijo: "Fíjate en ese reportaje sobre mi separación de Warren [Beatty]. Todo es verdad. ¡Todo lo que han dicho es verdad, joder!"

Mientras untaba con mantequilla y mermelada un cruasán, inclinó la cabeza y observó detenidamente a su amiga. "Escucha, si averiguo que te has chivado de mí a esos programas, te echaré. ¿Me oyes?", le dijo. Cuando su amiga le aseguró que ella no había sido la fuente del cotilleo, Madonna comentó: "Bueno, de algún sitio lo han sacado, de modo que alguien de por ahí es un chivato, y por supuesto que yo no soy". Luego, tras un momento de reflexión, concluyó: "¿Sabes?, no me sorprendería que hubiera sido Warren. Diga lo que diga, le encanta la publicidad, sobre todo si le hace parecer un pez gordo". Madonna siguió pendiente del televisor hasta que cayó en la cuenta. "¡Oh, Dios mío! ¡Michael Jackson! -exclamó, levantándose del sofá como un resorte-. Me había olvidado por completo. ¿Cómo puedo olvidarme de Michael Jackson?"

Probablemente hubo veces en que Michael Jackson deséo poderse olvidar de Madonna. En cierta ocasión declaró al autor: "Esta siempre en medio, ¿verdad? No lo entiendo. ¿Qué tiene? No es una gran bailarina ni una gran cantante. Pero sabe venderse. Debe ser eso."

Dos años antes, en 1989, Warner Bros. Records había puesto un anuncio en una de las publicaciones del ramo en el que proclamaba a Madonna "artista de la década". Aun cuando la mayoría de la gente de la industria musical entendió que ese anuncio era del tipo de cumplido vacío con que las casas discográficas obsequiaban a los artistas a los que promocionaban, Michael jackson se sintió especialmente ofendido. Jackson, que con su álbum Thriller había vendido más discos que nadie en la historia, llamó furioso a su abogado, John Branca, para quejarse de que Madonna no merecía semejante aclamación. "Me deja en mal lugar, ¿sabes? -explicó, tal como Branca recordaría más tarde-. Yo soy el artista de la década, ¿no es cierto? ¿Acaso ha vendido más que Thriller? -preguntó Michael a Branca. Y luego concluyó, contestando su propia pregunta-: No, no lo ha hecho."

Como respuesta a la excitación de su cliente, Branca sugirió contactar con la MTV para proponer la idea de un premio ficticio que concederían a Michael Jackson. Se le ocurrió de improviso el premio al "artista de vídeo vanguardista de la década". A Michael le gustó. "Esto le enseñará a esa vaquilla", dijo, refiriéndose a Madonna.

Ahora, dos años después, Michael se encontraba sentado a una mesa del Ivy delante del objeto de sus burlas. Madonna lucía chaqueta negra, pantalón corto con medias de encaje y una cruz al cuello. Su pelo rubio caía reluciente sbre sus hombros desnudos, con las raíces oscuras laramente visibles. Jackson vestía vaqueros negros, una camisa roja y chaqueta a juego con el dibujo de un marinero bordado. Llevaba puesto un sombrero de fieltro de ala ancha, y el pelo negro y rizado le llegaba hasta los hombros. Comentó al autor sobre aquella cita: "Llevaba puestas mis gafas de sol. Estaba allí sentado, trantando de ser amable. Y, antes de darme cuenta, ella extendió el brazo y me quitó las gafas. Nadie me había quitado nunca las gafas... Y entonces las tiró al otro lado del salón y las rompió. Me quedé estupefacto. "Ahora yo soy tu pareja -me dijo- y detesto no poder ver los ojos de un hombre." Aquello no me hizo mucha gracia."

En el transcurso de la cena, Madonna sorprendió a Michael mirando furtivamente su escote. Con una sonrisa lasciva, le tomó la mano y la puso sobre su pecho. "¿Qué te parecen?", le preguntó provocativamente. Jackson, nervioso, retiró la mano.

Más tarde, Madonna dejó caer un trozo de pan en su escote, lo rescató y se lo comió para ver la reacción de Michael.

"Dios mío, tendrías que ver los músculos de esa mujer -recordó Jackson-. Los músculos de sus brazos son mucho más poderosos que los míos. Son como... ondulados, ¿sabes? Quise saber cómo había conseguido unos músculos tan desarollados, pero no me atreví a preguntarlo porque temía que me hiciera mostrarle mis músculos."

Al cabo de una semana, la extraña pareja -descrita por la revista People como "el chico de los mil millones de dólares y la reina del erotismo" - acudió a la gala de los Oscar en el Shrine Auditorium de Los Ángeles.

Madonna quizá se parecía más a Marilyn Monroe que nunca, ataviada con un vestido de Bob Mackie sin tirantes muy ceñido, con lentejuelas blancas y escote pronunciado, y una capa de armiño. Llevaba los labios pintados de rojo cereza. Su pelo rubio, que le enmarcaba el rostro de ondas suaves, parecía captar y retener toda la luz de su alrededor. Lucía en el cuello joyas por valor de 20 millones de dólares, prestadas por Harry Winston. Michael Jackson estaba espectacular en un traje de lentejuelas blancas a juego con un enorme broche de diamante, guantes y botas de cowboy con la puntera de oro. Ambos se sentaron en la primera fila, junto al pasillo. Durante el espectáculo, la interpretación de "Sooner Or Later" a cargo de Madonna fue algo más que un homenaje a Marilyn; parecía como si se hubiese apropiado de todos los gestos y características de la Monroe. El público supo apreciarlo. Pero, aparentemente, la aceptación de la multitud no significaba tanto para Madonna como una llamada de teléfono que recibió al día siguiente de su padre para decirle que opinaba que su actuación había sido "mágnifica". Viniendo del poco adulador Tony Ciccone, se trataba de un gran elogio. Ante el manifiesto regocijo de ella y Michael, "Sooner Or Later" consiguió el Oscar a la mejor canción.

Durante la fiesta anual de los Oscar que celebraba el difunto agente literario Swifty Lazar en Spago, en Hollywood, Madonna y Jackson causaron sensación en la prensa con su esperada llegada.

Mientras los flases destelleaban a su alrededor, el periodista de Hollywood Army Archerd preguntó a Madonna cómo había conseguido convencer al habitualmente solitario Michael para que la acompañara a un acontecimiento público como ése. "Oh, Michael está empezando a salir más", respondió, riendo.

No obstante, una vez en el interior de Spago, Madonna se separó de Michael, que mantenía su actitud reservada, y fue a recalar al lado de Warren Beatty. ¿Quién puede justificar sus acciones? Tal vez porque Michael Jackson está tan aislado por el poder, el dinero y su obsesiva necesidad de intimidad, ella no pudo encontrar ningún tema relativo al mundo real para conversar con él. La pareja de Beatty, la modelo Stephanie Seymour, había renunciado a acompañarle, lo que dejó el terreno libre a Madonna, que no parecía guardarle ningún rencor, incluso coqueteó con él.

El pobre Jackson se quedó violentamente solo en medio de un salón repleto de celebridades, muchas de las cuales no podían evirtar mirarle. Por suerte, su mentora Diana Ross estaba presente para tomarle bajo su protección.

- No logro entenderlo, Michael -le dijo en voz lo suficientemente alta como para que todos los que se hallaban cerca lo oyeran-. Ella debería estar contigo, ¿no? Entonces, ¿qué está hacienda con él [Beatty]?

- No lo sé - contesto Michael-. Supongo que le cae mejor que yo.

Al otro lado de la sala, Madonna se abrazaba a Warren, le mordisqueaba la oreja y cuchicheaba como si todavía fuesen pareja. Diana Ross sorbiendo una copa de champán, la observó con escepticismo.

- Creo que es una mujer horrible -decidió Diana al cabo de unos momentos. Apuró su copa-. Y qué vestido tan hortera.

- Sí -convino Michael, sombrío-. Muy hortera.

"A Michael no le caía muy bien, pero sabía reconocer una buena cosa en cuanto la veía -explica uno de sus abogados-. Así pues, decidió pedir a Madonna que participara en el vídeo de su canción "In The Closet". Mantuvieron unas cuantas entrevistas, que yo me ocupé de concertar personalmente. Ella estaba interesada, pero dijo algo así como: "Mira, si vamos a hacer esto, no será una estúpida cancioncilla de amor. Me refiero a que tiene que ser algo completamente escandaloso, o no participaré. ¿Entendido?

A lo que Michael contestó: "Genial. Hagámoslo. Hagamos algo alocado."

A los pocos días, Madonna llamó a Michael para exponerle su concepto de vídeo "escandaloso": puesto que la canción se titulaba "In The Closet" (En el armario), ella aparecería vestida de hombre, mientras que él se disfrazaría de mujer.

Tal vez porque la sexualidad de Jackson había sido la comidilla de los medios de comunicación durante años, Michael se inquietó inmediatamente. Dijo a Madonna que necesitaría tiempo para meditar su idea, y entonces llamó a su mejor aliada: su hermana Janet. Está nunca había sentido tampoco mucho respeto por Madonna. ("Si yo me quitara la ropa en medio de una autopista, la gente también me miraría -dijo en cierta ocasión-. ¿Me convierte eso en una artista?") Aun así, Janet opinó que su hermano debía aceptar las condiciones de Madonna. "Jamás esperarán eso de ti -comentó Janet, refiriéndose al público-. Ser´tu forma de burlarte de ellos por lo que piensan de ti. ¿Y con Madonna? ¡Uf, menuda declaración!" Pese a todo, Michael decidió renunciar a la idea.

Madonna declaró a la revista gay Advocate: "Le tengo dicho a Michael Jackson: "Me encantaría mandarte a Jose y Luis (sus bailarines de entonces) durante una semana. Ellos te sacarán de la caja de zapatos en la que estás metido. Cualquiera que esté encerrado dentro de una caja de zapatos en el armario ya no puede estarlo después de salir con Luis y Jose. O conmigo, por ejemplo."

Años después (en octubre de 1994), hablando de Michael, y también de Prince, concluyó para Los Angeles Times: "No puedo decir que alguno de ellos fuese amigo mío. He pasado mucho tiempo con los dos. Son muy distintos, pero sentía lo mismo con ambos. Me sentía como una campesina, como una chica de campo chabacana. Cuando tengo hambre, como. Cuando tengo sed. bebo. Cuando tengo necesidad de decir algo, lo digo. En cambio, ellos tienen modales y son muy cuidadosos con lo que comen y lo que dicen. Pero nunca es demasiado tarde para empezar a actuar como un ser humano. Ojalá intentaran parecerse a eso. No me imagino a ninguno de ellos poniéndose un chándal y unas alpargatas y salir a correr, jugar con el perro o haciendo el tonto con los amigos sin maquillaje. ¿Sabes a qué me refiero? No creo que ellos lo hagan."

FUENTES: http://mjhideout.com/forum/enciclopedia-mj/9966-madonna-michael.html

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