miércoles, 2 de enero de 2013

"Prae-iudicium": EL VERDUGO CANÓNICO DE MICHAEL JACKSON

Por: ♥Anaitat♥

Hola amigos Jacksoneros, compartiré con ustedes un artículo súper interesante en varios aspectos...escrito como Artículo de Opinión por Mariola Gómez, cita tantos aspectos lapidarios pero ciertos que incluso te arrancan varias lágrimas...

Haber qué opinan:

Pilatos oyó decir al acusado que había venido al mundo para “dar testimonio de la Verdad”. Fue entonces cuando le preguntó: ¿Y qué es la verdad?... Jesús no respondió. Con admirable prudencia quizás pensó que no era bueno decirle a un gobernador romano lo que era la Verdad Terrenal. Quizás imaginó que eso esclavizaría la mente discriminatoria, aletargada y consecuentemente no preparada de los hombres. Seguramente éstos abarcarían la cuestión y sobre todo “la respuesta” de la forma “menos” simple y más inhumana, aferrándose a su razonamiento de “cartón–piedra”.

MICHAEL JACKSON NO ERA "EL HIJO DEL HOMBRE", ERA EL HIJO DE LA MADRE QUE LO PARIÓ...

Él era solo un ser humano que por revelar abiertamente su verdad y mostrarse tal y como era, pecó de la inocencia que Jesús inteligente y “gloriosamente” no nos mostró con su último silencio…. Porque por el contrario, “El Hijo del Hombre” conocía demasiado bien la naturaleza humana para fomentar y potenciar su propensión al pre-juicio….

Aún así, los dos fueron tildados de “locos”, “mentirosos”, “excéntricos”, sometidos a juicio y hasta a las más crueles vejaciones morales, psíquicas y consecuentemente físicas que un hombre pueda soportar….

No se confundan, no se trata de posicionar en el mismo plano a Jesús de Nazaret y a Michael Jackson. La intención (que muchos tacharían de herejía), NO es compararlos, porque sustancialmente sería ridículo…. No obstante, existen vertientes que aunque difieren en tiempo, espacio y en una “supuesta” evolución social-mental y sin promulgar sentido empíreo, son claramente similares:

Eran y son conocidos a nivel mundial. Movían y mueven masas. Los dos fueron y siguen siendo dianas idóneas por sus actos y manifestaciones. Por su popularidad, introversión, soledad, por su forma de hablar y razonar, de ver la importancia de la unión fraternal que integra “humanidad y altruismo” desmesurado y que fue atribuido popular y sarcásticamente a satisfacer el ego personal y a encumbrar sus imágenes frente al mundo…

Nada tenemos que reprochar a ese pueblo pretérito, que aclamó y llenó de gloria a “El Rey” durante su entrada apoteósica en Jerusalén y posteriormente le dió la espalda gracias a las manipulaciones del Sanedrín judío….Porque, 2000 años después, de la misma forma que hemos encumbrado a “un hombre”(también llamado “Rey”), le hemos “dado caza”, haciendo uso nuevamente de nuestra elección por la “ligereza intelectual”, amparada en una hipócrita moralidad potenciada por los máximos pontífices: “Anás y Caifás”, enmascarados en los más morbosos titulares periodísticos. Por supuesto, no olvidemos y sumemos también la participación de todos los “Judas” que le rodearon…Aquellos que vislumbrados por el signo del dólar y hambrientos de fama y/o poder, procesaron la misma religión oportunista…

Pero por una vez probemos a diferenciarnos. Démonos esa oportunidad. Apartemos todo lo que nos impide ser lo que realmente somos…Por una vez, intentemos ser auto-críticos para no caer en el mismo error moral continuamente. ERROR que se resume en un solo fundamento: EL PREJUICIO…

¿Por qué juzgamos antes de tiempo? ¿Por qué no deliberamos y comprobamos suficientemente el fundamento de las afirmaciones? ¿Cuál es la razón de la falta de interés por la información objetiva que contradiga el prejuicio, o que simplemente no lo refuerce? ¿Por qué le damos poder y fuerza a aquellos que en su potencial ambición económica tratan de manipularnos vergonzosamente en nombre de su propia premisa: “informar, formar y entretener”? ¿Por qué, en definitiva, personas razonables se aferran tan rígidamente a opiniones infundadas?

La respuesta: El prejuicio es nuestro más simple recurso. Aquel que utilizamos para hacer frente a una situación compleja, que desborda nuestra capacidad de asimilación o se aleja del modelo social establecido. No saber a qué atenerse es sumamente incómodo. “Ser diferente”, se supone imperdonable…

Y así fue…. Así era Michael Jackson: Diferente… Pero lo que no sabemos o supone un esfuerzo exponencial para nuestras neuronas o simplemente resulta poco interesante admitir es que, esa “jaula” (de oro, como decían muchos) en la que se refugiaba Michael Jackson, no fue un capricho auto-exigido. Fue un destino impuesto desde el primer momento que pisó un escenario.

Con solo 5 años, asumir mentalmente y sin bases una vida totalmente diferente y con los años tratar de estructurarla, no es precisamente fácil. Mucho menos cuando la niñez, la adolescencia, la juventud y el resto de la vida de un hombre no toma un rumbo acorde al resto. Simplemente no tuvo la oportunidad de relacionarse de forma natural con la esencia de lo que nosotros llamamos “cotidiano” o “normal”. Y no quepa duda que lo intentó.

Algo tan trivial (para nosotros) como tener un amigo confidente que ignorara a la celebridad y simpatizara con “el hombre”, era una odisea. Y si el “elemento” no aparecía tiempo después en un programa de TV divulgando lo confiado, era un triunfo.

Es por todo ello que, forzosa y consecuentemente se establece una tendencia a crear un mundo interior (quizás más enriquecedor espiritualmente) en el que los pensamientos, dudas, convicciones y opiniones que se plantean durante toda una vida, sólo pueden ser valoradas y discutidas en la soledad con ese “tu otro yo”, elaborando un mundo paralelo adaptado y madurado de forma independiente a los demás y que sistemáticamente tiende a distinguirse de lo común. No obstante, esto no supone falta de cordura, antropofobia y mucho menos, malicia o depravación… Sólo y simplemente se es diferente…

No olvidemos que fuimos nosotros quienes hicimos desaparecer al ser humano y encumbramos religiosamente a la celebridad hasta límites insospechados.
Y fuimos nosotros quienes también, pusimos en suspenso por completo la historia y al hombre real...

... para someterlo a juicio desde una razón abstracta, dando por hecho, que “su suerte” la debía pagar y “todo” era válido.

Extraño, caprichoso, extravagante, loco, hipocondríaco, racista…fue algunos de los calificativos a los que se le sometía, y nos quedamos cortos… Pero todo ese tipo injurias reiteradas durante años, a pesar del daño que suponen, no fue lo que realmente terminó acabando con él….

Dicen que Michael Jackson murió a causa de una sobredosis de “propofol” administrada por su médico personal en un acto inequívoco de negligencia médica. Personalmente, creo que a Michael, al hombre, ya se le había herido de muerte en el momento que le acusaron de abusar de un menor, allá por 1993.

Fue una brecha que se abrió y nunca cicatrizó…Le dieron donde más le dolía…. Donde su reputación se suponía más vulnerable… Ese fue el argumento “más vil” y la sentencia “más fácil” y destructora….

Su “Vía crucis”, fueron los siguientes 10 años, durante los que tuvo que cargar con la “cruz” de la culpa y la vergüenza que le atribuían los dedos inquisidores, los incontables interrogatorios policiales, las persecuciones de un fiscal hambriento de venganza y renombre, el PREJUICIO y el silencio de “la gente buena”....

Por último, su “Calvario”.
Comenzó en el año 2003 tras una orden de busca y captura. Lo siguiente, su entrega voluntaria y la instantánea más buscada: una foto “esposado” que dio la vuelta al mundo. La agonía prosiguió hasta el juicio del 2005 y finalizó tras ser declarado por unanimidad del jurado “No culpable” de 12 cargos en su contra.

Esta última “prueba” de inocencia, supuso por excelencia su “muerte” anímica y moral…

Aún así, como presente en forma de “corona de flores”, fue un “placer” por parte de los medios amarillistas o “multicolores varios” que pueblan este mundo saturado por la desinformación intencionada, mantener su empeño en acabar con lo poco que ya quedaba de él, rematándolo con los últimos tres “clavos”, volviendo a insinuar y creando el morbo más desmesurado que constituye su “medius operandi”, para así lucrarse de las mentes más maleables que aún no conocen la definición explícita de PREJUICIO.

En cambio y a pesar de todo, Michael Jackson siempre guardó silencio ….

Quizás, el mismo silencio que selló la boca del “Hijo de Dios” ante la pregunta de Pilatos…. Quizás y sólo quizás, Michael Jackson entendió que su destino, por obra y gracia del" hombre", sería el mismo….Pero él, por el contrario, no resucitaría…….Sólo era un ser humano….

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