lunes, 2 de febrero de 2015

TESTIMONIO: LIONEL RICHIE Y SU AMISTAD CON MICHAEL

Por: ♥Anaitat♥

Lionel Richie es un famoso cantante y actor estadounidense. En los años 70 formó parte de la banda musical The Commodores pero a partir de 1981 inició su carrera como solista logrando un gran éxito con temas líricos como "Hello" o "Say You, Say Me" (canción ganadora de un Oscar). Junto con Michael, co-escribió la canción We Are The World como apoyo a la causa USA for África. Este texto está extraído del libro "The Official Michael Jackson Opus".
 Esta es la historia de su amistad...
THE EYES OF A CHILD (LOS OJOS DE UN NIÑO)
Lionel Richie
Cuando los Commodores firmamos con Motown, querían que abriéramos el show de los Jackson 5. Comenzamos ese tour en Abril del 71, hasta el año 73. Aquello era como el dormitorio de un colegio mayor mientras estábamos de gira. Un verdadero tiempo de aprendizaje y de unión. Cada uno de los chicos escogió a uno de los Commodores como su “confidente”. Jermaine con Ronald La Pread, bajo y trompeta; Tito con Tommy McClary, guitarra solista, y Michael conmigo.
Congeniamos inmediatamente. Ambos éramos bromistas. El hecho es que yo era un niño grande, así que me tenía que llevar bien con él. Y creo que para Michael, yo representaba un escape de la rutina. Si se puede llamar rutina a lo que tenían él y sus hermanos. Solían jugar al marro detrás del escenario, te daban una palmadita y salían corriendo riéndose. Pero cuando las luces se encendían y salían a actuar, creo que algo hacía cambiar a estos chicos en el camino entre el vestuario y el escenario, porque una vez se abría el telón,  ya no eran unos niños. Eran absolutos, consumados artistas. Eran algo serio.
Recuerdo cuando actuamos en Nueva York, Michael asomó su cabeza por una esquina del escenario y dijo, “Li-o-nel!", siempre lo pronunciaba así Ly-oh-nell, "hemos vendido todo en el Madison Square Garden!”. Me reí para mí mismo pensando que los Commodores no tenían nada que ver con ello. Ustedes lo consiguieron, chicos, yo solo estoy feliz de estar aquí!
Era muy interesante ver como Michael tenía que arreglárselas con algunas cosas siendo tan joven, como sus fans gritando y tirándose al suelo en los pasillos del hotel, cerca de él, al principio le resultaba divertido, pero a medida que la multitud crecía, él trataba de poner la situación en perspectiva. “¿Pueden hacer daño?” solía preguntarme. A lo que siempre le respondía: “No”. Todo el mundo quería acercarse a él, todos querían conocerlo. Michael me susurraba, “Lionel, ¿quién es  esta gente?". No eran fans, eran políticos, dignatarios, celebridades, aunque seguro que eran fans también.
Michael y yo pasamos dos años juntos y solía sacudirme con las preguntas más inimaginables del planeta. Quería saberlo todo. Un día la gira se terminó. No volvió a surgir esa estrecha relación hasta que estábamos escribiendo “We are the World”.
Los primeros días solo nos estábamos poniendo al día, cenando hasta tarde y riendo. Al final, nos pusimos a trabajar.
Primero tomamos la decisión de que tenía que ser un himno, sonar como un himno, no un R&B o una melodía pop. Colaborar juntos fue interesante. Ninguno leíamos ni escribíamos música; básicamente, la música que se escucha en el disco, la tarareábamos. Lo grabamos en una cinta y Michael hizo la música. Un par de días después, nos sentamos a escribir la letra. Ambos trabajábamos del mismo modo, cantas la melodía “Da Da Da Das” y después volvías atrás y rellenabas los huecos. Estábamos acostumbrados, no nos llevó mucho tiempo. El resto es historia.
Lionel y Michael durante la grabación de We Are The World:
La siguiente vez que tuvimos la oportunidad de pasar algún tiempo juntos fue cuando Michael se compró Neverland unos años más tarde. Le encantaba compartirlo con la gente. Volvimos a ser niños otra vez. Michael me llevó a dar una vuelta a caballo alrededor del rancho, -parecíamos una versión afroamericana de la película “Cowboys de ciudad” City Slickers, 1991). En un momento determinado se volvió hacia mí y me dijo: “Tenemos que volver, hay que dar de comer a Muscles”. Bien, soy de Alabama, para mí, una serpiente es una serpiente, no necesita que le pongan nombre. Volvimos a la casa y allí estaba ese chico sujetando una rata, y Michael dijo: “Lionel, mira esto, vamos a dar de comer a la serpiente, ¿no es fascinante?”.  Yo sentía pena por la rata y no quería verlo. Pero esa era la parte que a Michael más le gustaba de todo el asunto, sabiendo que uno saldría corriendo gritando por su vida. El bromista que había en él no podía resistirse. Todo el tiempo que estuve allí, -y no fue solo un día-, pasó lo mismo. Entraba en una habitación, me sentaba y Muscles salía de detrás del sofá. Entonces me levantaba de un salto y nos echábamos a reír los dos.

El día en que vas creciendo y te vas convirtiendo  un poco más en un adulto es un poco deprimente, porque ya no puedes reírte en la vida del modo en que solías hacerlo. Me di cuenta cuando tuve a mis hijos y creo que Michael también se dio cuenta cuando tuvo a sus propios hijos. Quieres jugar con ellos, pero al mismo tiempo tienes que enseñarles disciplina, autoridad. Aún así, él se aproximaba a cualquier cosa en la vida con los ojos de un niño, siempre alegre, lo que le mantenía sin prejuicios.
Algún tiempo después de mi visita a Neverland, perdimos el contacto. Y entonces un día, como caído del cielo, muchos, muchos años después, estoy haciendo un show en Las Vegas y miro abajo, y sentado enfrente estaba Michael Jackson. Después del show fue a verme al camerino y me dijo “Me dijeron que estabas aquí, Lionel, y pasé a decirte hola”.
Michael fue un ángel que se dejó caer en la tierra y trató de hacerlo lo mejor que pudo con la vida que se le presentó. El Michael que conocí, y al que siempre recordaré, fue una maravillosa persona con una hermosa personalidad y el más grande  de los corazones.
Lionel y Michael tras recoger el premio a la "Canción del año" por We are the World, en los premio Grammy de 1986:


Aunque Lionel ya no era parte de los Commodores, esta canción es una regrabación que el grupo le hizo como cariñoso tributo a Michael tras su desaparición:

¿LA MANSIÓN DE MICHAEL JACKSON SERÁ UN CENTRO DE REHABILITACIÓN?

Por: ♥Anaitat♥

Neverland, la famosa mansión inspirada en Peter Pan en la que Michael Jackson pasó sus días, está a la venta y sus potenciales compradores estarían interesados en convertir el lugar en un campo para atender a jóvenes víctimas del abuso sexual.

"El plan es que los chicos vayan para recibir tratamiento", agregó. La propiedad mide 1.100 hectáreas y contaba con un parque de diversiones, una tienda de dulces, un cinema e incluso un mini zoológico con orangutanes, llamas, serpientes, caballos, elefantes y un león.
Jackson murió a los 50 años el 25 de junio de 2009 y nunca fue sentenciado por los supuestos casos de pedofilia. Un año antes, Colony Capital había embargado la propiedad por la millonaria deuda de la estrella de la música, aunque luego se llegó a un acuerdo extrajudicial.
Se estima que desde su adiós, el emporio de Michael Jackson genera millones de dólares. Los principales beneficiarios son Katherine Jackson, y sus nietos, los únicos herederos reconocidos por el rey del pop. En los últimos años, los niños, a los que su padre ocultaba tras máscaras para protegerlos, han ido cobrando protagonismo, especialmente Paris.
Fuentes: Infobae

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...